Ray Kroc, promotor de McDonald’s, decía “Los tres elementos esenciales para alcanzar el éxito en un negocio son: “ubicación, ubicación y ubicación”.
La ubicación de un negocio determina en gran medida su clientela, su duración y, en resumen, su éxito; hay que considerar que una apropiada localización no garantiza el éxito, pero una ubicación inadecuada afectaría gravemente a la gestión, incluso del comerciante más hábil. Así pues, una de las primeras tareas del emprendedor será conocer cuál será el lugar idóneo para llevar a buen puerto su negocio.
Existen tres variables claves a la hora de montar un negocio. Obviamente el modelo de negocio en sí, el empresario que va a gestionarlo y la ubicación del mismo. De estos tres pilares decimos que la correcta elección del local puede suponer un 70% de éxito del negocio. Se pueden ver modelos de negocio regulares o mal gestionados funcionar, por estar bien, pero también se pueden ver buenos modelos de negocio, bien gestionados, que fracasan por tener una ubicación inadecuada.
La valoración de factores demográficos, la densidad de tráfico y la accesibilidad del local, sus posibilidades de localización y visualización, la mayor o menor competencia existente en las inmediaciones del establecimiento, sus requerimientos de adecuación (licencias, salidas de humos, etc.), las limitaciones de adquisición o arrendamiento, comunidades de vecinos, planes urbanísticos de la zona, etc., merecen un minucioso estudio, aunque eso suponga prolongar el plazo inicialmente previsto para la puesta en marcha del negocio.No debemos centrarnos u obsesionarnos con un local o zona determinada.Debemos ser pacientes y consecuentes con las necesidades y capacidad del modelo de negocio. En este sentido podemos poner el ejemplo del equilibrio que debe existir entre alquiler, estado del local y nivel comercial de la zona, que debe estar claramente determinado por el modelo de negocio. Es decir, no pecar de exceso, con un local que tenga un coste fijo y de adecuación que no soporte el modelo de negocio. Ni de prudente, ubicándonos en un local muy barato respecto a los costes y a la adecuación necesaria, pero que no cumple nuestras necesidades comerciales. Ambos casos son sinónimo de fracaso.
En definitiva, a la hora de decidir la correcta ubicación de nuestro negocio no debemos nunca guiarnos por la intuición, cuanta mayor información dispongamos acerca de nuestros clientes, de las características del entorno de nuestro potencial punto de venta y de las personas que lo habitan y transitan, y cuanto mayores sinergias existan entre ellos, mayores serán nuestras posibilidades de éxito. Y para ello, las herramientas de micromarketing (se dirige a segmentos del público objetivo de manera muy precisa) y geomarketing (es una herramienta de marketing que permite analizar la situación de un negocio mediante la localización exacta de los clientes, puntos de venta, sucursales, competencia, localizándolos sobre un mapa digital o impreso), que aportan un conocimiento exhaustivo de nuestros potenciales compradores, y acerca de todos los aspectos relevantes del área de análisis, serán nuestro mejor aliado para conseguir el éxito.
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